martes, 25 de octubre de 2011

Felicidad...


Eso es lo que derrocho en estos días… FELICIDAD con todas sus letras. Aunque también incertidumbre, nervios y algo de miedo. Es lo que tiene la llegada de alguien nuevo a tu vida. Quizá es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero como alguien me ha dicho hoy: todo empieza por el principio. Así que, en vez de preocuparme, voy a estar alegre e ilusionada.

La maternidad es algo que te cambia la vida. Lo dicen todos los que son padres. Es una frase ya muy aprehendida. Sin embargo, hasta que no lo vives en primera persona, no captas la esencia de estas palabras. Ya no es el cambio de prioridades. Ni siquiera el no poder hacer lo que quieras y cuando quieras. El cambio viene de la mano de la ternura, del amor incondicional hacia una personita que es absolutamente dependiente y que se ha introducido en tu mundo dándole a éste un giro de 180º.

No se cómo será todo en esta segunda experiencia. Supongo que diferente a la primera. Y la tercera, cuarta o quinta (para quienes las hayan probado) también serán distintas. Así que no me preocupo por lo que está por venir. Intentaré vivir cada momento como si fuera único y exclusivo.

Justo ahora estoy en esos días de incredulidad, que espero se vaya pronto para dejar paso al disfrute. En mi primer embarazo se hicieron eternos… Quería a toda costa tener barriga para certificarme a mí misma que estaba esperando a un bebé. Así que espero que, ya que no soy novata del todo (o primeriza, como dicen de las embarazadas), esta etapa se revuelva en breve.

Lo que más ilusión me hace… dar un hermano/a a mi hijo. Saber que tendrá un compañero de viaje. Y espero que ese compañero sea tan especial como lo es el mío. Mi hermano llegó dos años después que yo y os aseguro que no he podido tener más suerte con su compañía y amistad. Ojalá a mis hijos les ocurra igual. Esa es la suerte más grande que se puede tener en la vida. Estar rodeados de personas buenas y especiales, ya sean padres, hermanos, hijos o sobrinos.

Nuestra pequeña familia va en aumento... es una gran noticia. Qué gran felicidad!!!

viernes, 21 de octubre de 2011

Solidaridad con la familia de Ruth y José


Iba a escribir sobre el anuncio que recibimos ayer de la banda terrorista ETA, ese “cese definitivo” de la violencia que tantas dudas me genera... Pero ojeando las ediciones digitales de los periódicos me encuentro con que el juez ha ordenado el ingreso en prisión sin fianza para el padre de Ruth y José, los niños desaparecidos en Córdoba el pasado día 8 de octubre.

Pensaba en escribir sobre este tema cuando todo estuviese, para bien o para mal, solucionado. Pero ya han pasado muchos días y la situación no parece tener un final cercano ni feliz.

Desde que supe la noticia el domingo 9 por la mañana intuí que el padre de los menores podría estar implicado en la desaparición. Cuando un matrimonio se rompe se pueden llegar a hacer muchas locuras, y más, con niños de por medio. Pensé rápidamente en un secuestro. Algo que le permitiría a él estar con sus hijos y hacerle daño a su exmujer. Pero el asunto ha tomado tintes más serios. A los pocos días, la policía apenas deba esperanzas de encontrar a los niños con vida. El alma se me encogió.

¿Cómo puede un padre acabar con la vida de sus pequeños? ¿Qué se le pasa a un hombre por la cabeza para hacer algo semejante? ¿Por qué? Son muchas preguntas que no tienen respuesta y que mantienen a Córdoba (y España) entera en vilo. Quizá lo peor es que puede que nunca tengan respuesta.

Todos tenemos una especial sensibilidad con los temas infantiles pero, por lo menos en lo que a mi respecta, desde que soy madre, todo se ha magnificado. Se me saltan las lágrimas cuando veo en televisión a algún menos sufriendo cualquier tipo de situación. Por lo que este tema me tiene… seguiré escribiendo, os dejo por ahora con esto

martes, 11 de octubre de 2011

Pero si yo ya dejé de fumar...


Indignada estoy… Y unos me entenderéis y otros no. Me explico. He tenido un fin de semana movidito. El viernes, fiesta de cumpleaños (lo pasamos muy bien, por cierto) y el sábado, boda (también de lujo). Demasiado para el cuerpo, por lo menos para el mío. Maquillaje, peluquería, vestidos ideales y tacones… Y a pesar de que los que se llevan últimamente parecen andamios en vez de finos zapatos femeninos (por la altura de sus plataformas) no han sido ellos lo que más me ha molestado en estos días de fiesta. Será de difícil adivinar lo peor de estos días porque realmente está PROHIBIDO, pero parece dar igual. ¿Sabéis a lo que me refiero? … … … Al tabaco.

Me confieso ex-fumadora, aunque de la liga antitabaco. Soy una Mercedes Milá de la vida, sólo que a pequeña escala, que le pone cara de asco a todo cigarrillo que se me acerca. Desde hace ya casi 6 años me fumé el último. No tenía muchas esperanzas en que no fuera a caer de nuevo, pero me lancé y en la noche de año nuevo del 2006, coincidiendo con la ley antitabaco, decidí que aquel iba a ser el refinitivo (como dirían algunos de la familia). Y así ha sido.

Al principio pasas por fases duras, en las que vas aspirando el aire que desprenden los fumadores como si fuera tu única vía oxigenada… luego, te reafirmas en tu decisión, aunque cualquier día sería bueno para romper tu promesa. Más tarde, el tabaco me empezó a dar igual. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, NO PUEDO SOPORTARLO!!

Me molesta tanto que hasta se me irrita la garganta cuando alguien se fuma un cigarrillo a mi lado. Así que… imaginaos lo que he pasado este fin de semana porque… aunque esté prohibido fumar, a partir de cierta hora todos hacemos la vista gorda. Y no culpo a nadie, que conste. Me parece genial, que en una reunión de amigos se permita fumar. El problema soy yo, que no lo soporto. La consecuencia: todo el domingo medio ronca y con la sensación de haberme fumado un cartón el día anterior.

Además el pelo y la ropa huelen a… No te das cuenta de esto hasta que el tabaco no desaparece de tu vida cotidiana. Pero ya ha pasado y ahora trato de sacarle el lado positivo a todo esto: hoy estoy mucho más contenta que ayer por haber dejado de fumar. Maldito vicio…

lunes, 3 de octubre de 2011

Vamos de boda!!


En tan sólo unos días se casa una amiga, una buena amiga. Y lo hace enamorada y feliz, algo que se da por supuesto, pero que no siempre es así. Recuerdo el día en el que me lo dijo. No me sorprendí. Gonzalo entró en la vida de Carmen, que así se llama ella, dándole un giro de 180º. Y lo mejor es que, desde entonces, nuestra relación se ha intensificado. Quizá nos veamos menos (ella vive fuera de Córdoba y yo tengo a Ricardito, que me deja poco tiempo libre), pero noto que está cerca, y que puedo contar con ella para lo que necesite. Al menos eso es lo que Carmen me ha demostrado en todos nuestros años de amistad. Que siempre estaba ahí, a pesar de las salidas de una y las entradas de la otra, de las otras amistades que ambas tenemos.

Pero no me quiero liar hablando de la amistad… que eso lo podría hacer en otro post. Hoy quiero hablar de Carmen y Gonzalo y me gustaría retomar donde he escrito que la vida de Carmen dio un giro cuando conoció a su chico. Él le dio estabilidad, confianza y ganas de emprender una vida en común.

Ella siempre ha sido una soñadora. Recuerdo que, cuando no superábamos los 15 años, nos contaba que quería casarse en Bali y que sólo podríamos acompañarla ocho amigas. En aquel momento ‘las elegidas’ estábamos emocionadas. Si aquello se cumplía… íbamos a poder disfrutar de una boda exótica y en un paraíso!! Ahora, que han pasado otros 15 años, ella puede presumir de que la lista de sus ocho elegidas sigue prácticamente intacta. Me atrevería a decir que apenas tiene cambios. Y eso es una suerte. Conservar las amistades con el paso de los años y con las vicisitudes de la vida no es nada fácil.

Y bueno Carmen, no es Bali, pero Córdoba es mejor, no? Una iglesia preciosa –yo también me casé allí-, un entorno inigualable, tus amigos –más de 8, seguro-, tu familia y, por supuesto, tu Gonzalo. No se puede pedir más…

Estoy segura de que vamos a pasar un día genial. Va a lucir un sol resplandeciente. Tu vas a estar guapísima. Y lo mejor… que lo mejor llega tras la boda. Y no hablo de la luna de miel, aunque eso no está del todo mal. Hablo de la vida en común, de los intereses compartidos, de las discusiones con final feliz.

Lo que os espera ahora es un viaje emocionante que seguro nos llenará a todos de alegría y emoción. Veros felices es el mejor regalo para todos los que os queremos. Y yo… lo único que espero es poder seguir compartiendo momentos con vosotros, que veáis crecer a nuestro hijo y que nosotros veamos crecer a los vuestros. Que aunque nuestros caminos vayan separados, sepamos guardar momentos para reencontrarnos. Y que siempre tengáis una sonrisa con la que miraros cada mañana.

Carmen y Gonzalo, que seaís muy felices. Os lo merecéis.

jueves, 15 de septiembre de 2011

¡Cómo me aburre Telecinco!


Esta noche tenía especial interés en saber de qué iba Acorralados el nuevo reality de Telecinco, así que he puesto la tele para empaparme en primera persona de los fastidios que la cadena de Meiaset tenía preparados para nuevos concursantes. La regla de tres es muy sencilla: a mayor grado de molestia más es la audiencia conseguida.

Poco he visto. Entre mis idas y mis venidas y el zapping he comprobado que las pruebas han sido de medio pelo. Han tenido que cargar con su equipaje por el sendero hacia la casa (encantada, o al menos eso nos están vendiendo, que por allí andan los espíritus de los sirvientes de una noble que los mandaba ahorcar en sus horas de aburrimiento) y también han tenido que capturar gallinas tras superar una gymkhana algo desagradable (y en la que casi se ahoga más de un concursante).

Conclusión: que a este no me engancho. Jorge Javier y su forma “salvameriana” de hacer televisión ya aburre un poco (por decir mucho). Y respecto a su pareja, Raquel Sánchez Silva (la gran revelación de la fusión Telecinco-Cuatro, a mi parecer), añadir que creo que estar a la sombra de la "estrellita" de Telecinco no la beneficia, sino todo lo contrario. Además, esta chica parece tener a los estilistas en su contra. Los looks imposibles que mostraba en la isla son ahora campestres y hoy parece una pastorcita zíngara vestida con retales.

Tampoco me motiva que hayan acorralado a Leticia Sabater, ni a la madre de Aída, que la mujer no me ha hecho nada, pero me aburre pensar en que cada semana va a estar su hija sentada en plató cubriéndose de gloria. Y me guardo los comentarios sobre otros concursantes y otras normas del concurso, como la de que no está permitido ducharse porque no hay agua corriente (uf...!!). Aunque sí que tiene este reality algo positivo… no hay ni rastro de la Esteban. Es como un milagro que no esté por ningún lado… Todavía no me lo creo.

En fin, que aún no se saben los índices de audiencia, pero me temo que con Cuéntame en La Primera (yo esta serie la dejé ver cuando iban por 1970) y El Barco en Antena 3, buen batacazo se van a pegar. La semana pasada no pudo con ambas opciones ni el reencuentro televisivo de Julián Muñoz y Maite Zaldívar. Pero no vaticinemos… mejor mañana lo vemos.

Un paseo mañanero...


Hoy me he levantado muy temprano… tenía planes fuera de casa y había que dejarlo todo listo y preparado antes de salir. Y cuando lo he hecho, he disfrutado de mi paseo, aunque he llegado algo acalorada a mi destino (en Córdoba todavía estamos sufriendo temperaturas muy altas). He caminado por el centro de la ciudad. Hacía tanto tiempo que no tenía que cruzar Tejares, Cruz Conde o Las Tendillas tan temprano!!! Las tiendas cerradas, poca gente, una bonita luz… el caso es que no podía dejar de mirar a un lado y a otro, como si fuera la primera vez que paseaba por dichas calles.

Siempre vamos con tantas prisas que no nos paramos a pensar por dónde vamos y qué vemos. ¿Alguien ha mirado alguna vez hacia arriba mientras caminaba por una calle estrecha? Yo a veces lo hago. Y descubro los edificios que flanquean la vía y pienso que si alguien me enseñase una fotografía de éstos y me preguntase a qué ciudad pertenecen nunca acertaría.

El caso es que me gusta Córdoba y más todavía si es temprano. El centro más comercial no es que sea mi lugar favorito de la ciudad pero ofrece más de lo que pensamos cuando está despejado de la bulla y las idas y venidas de los trabajadores y paseantes. Lo bueno, que haré ese recorrido a menudo, así podré contemplar cada día más detalles.

Y vosotros, ¿por qué parte de Córdoba u otra ciudad soléis caminar? ¿Por gusto u obligación?

PD: Algunos de mis lectores (jeje…) me habéis dicho que no podéis dejar comentarios en los post. No se por qué es… aunque espero que se solucione pronto. Seguid intentándolo, vale?? Gracias y hasta pronto.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Aniversario del 11-S


Ayer fue 11-S. Y el día pasó, gracias a Dios, sin más. No se si yo era la única que temía por otro atentado. Pero el día terminó y no ocurrió nada, salvo el recuerdo con imágenes de los informativos y especiales que los medios de comunicación nos han ofrecido durante todo el fin de semana. No creo que haya nadie que no haya visto, de nuevo, cómo se estamparon aquellos aviones en las Torres Gemelas de Nueva York, o cómo se desplomaban éstas. Nos han hecho retroceder diez años atrás y recordar qué hicimos ese día y cómo lo pasamos delante del televisor.

Recuerdo que llegué a casa y estaba mi hermano. Ese día mis padres no comieron en casa. No recuerso por qué. Eran las 15.00 horas en punto y empezaban las noticias. Él tenía puesto Telecinco. Angels Barceló comenzó su espacio hablando sobre el incendio que se había desatado en las plantas altas de una de las Torres Gemelas del World Trade Center. Al poco, todos vimos con nuestros propios ojos cómo un avión se estrellaba contra la otra torre. Más tarde, lo del Pentágono y un avión más que decían haber derribado. Comenzó el pánico. Pensé que el mundo se acababa… que iban a empezar a caerse aviones por todo el mundo.

No creía posible que la vida cotidiana se pudiera reanudar después de aquello. Pasadas unas horas llamé a unas amigas y me confirmaron que estaban estudiando en la biblioteca. Aliviada porque había vida en el exterior (y al parecer normal), decidí salir a la calle. Respiré aún más tranquila cuando comprobé con mis propios ojos que todo era aparentemente normal. Estuve con unos amigos toda la tarde, por supuesto, con la televisión puesta.

El mundo continuaba, pero todo había cambiado para siempre. Y hoy, 10 años después, me sigue estremeciendo ver aquellas imágenes, e incluso me emociono oyendo los testimonios de algunos protagonistas. Fue un día que nadie conseguirá olvidar. Y vosotros, ¿qué hicisteis el 11-S?